Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Lo peor que puedes hacer el domingo primero de julio, es no ir a votar y dejar que otros, decidan por ti. Llevamos apenas 20 años, haciendo valer el voto en elecciones federales, por lo que es necesario no perder de vista, que tenemos una Democracia en pañales. Por lo cual se requiere una fuerte participación ciudadana, no solo durante la jornada electoral del primero de julio, sino inmediatamente después de las elecciones.
Un día después, México debe dar un paso más: ya no dejar la política, en manos de los políticos profesionales. La política es de, para y por los ciudadanos y ciudadanas. Ahí está precisamente la primera tarea: formar ciudadanos.
Tenemos que transitar de habitantes a ciudadanos. Como ciudadanos somos sujetos de derechos, los que también implican obligaciones. Por un lado, los ciudadanos tienen que copar los partidos políticos, ya no dejarlos en manos de unos cuantos. Igual tiene que suceder con las organizaciones y representaciones de todo tipo.
Todas y todos, tienen y deben participar en las decisiones que tomen los nuevos gobiernos: el federal, los estatales y municipales. México no debe, no puede, vivir la experiencia que está viviendo Estados Unidos, con Trump. Mucho menos, la que está viviendo Nicaragua, con Daniel Ortega.
Ambas experiencias internacionales, nos deben hacer ver, la necesidad ingente de fortalecer las instituciones que tenemos, mismas que requieren ser reformadas, para hacerlas inclusivas. En la medida que las instituciones que tenemos sean más inclusivas, por sí solas se constituirán en los contrapesos políticos y económicos que las y los mexicanos necesitamos, para empezar a vivir mejor. La inclusión, será el mejor antídoto en contra de cualquier tipo de monopolio, sea político o económico.
México necesita un presidente fuerte, sí. México necesita un Estado fuerte, sí. En ambos casos, esa fortaleza tiene que estar sustentada en las instituciones, las que a su vez serán contrapesos racionales y legales del presidente y del Estado. Si las instituciones funcionan, en la medida que son más inclusivas, serán más eficientes y si son eficientes, empezará el fin de la impunidad. Al empezar el fin de la impunidad, empezará el fin de la violencia y de la corrupción.
“El cambio que este país necesita no va a suceder porque gane un candidato, se va a dar con una ciudadanía sana, participativa, crítica, responsable, respetuosa de las diferencias y de las opiniones de los otros. Y a eso estamos exhortando a todos, a entrarle desde sus trincheras”, convoca Diego Luna (El Sol de Tlaxcala. 21.06.18)
La convocatoria de Diego Luna es un acierto, pues en la medida que fortalezcamos las aún noveles instituciones democráticas, en esa misma medida podremos cercar e impedir que siga creciendo la impunidad.
Desde España, Mercedes García Montero, directora del Instituto de Iberoamérica, destaca: “En las últimas décadas la sociedad mexicana ha gozado de libertad de expresión” (Síntesis.28.05.18). Ésta es precisamente una de las instituciones democráticas que es obligado fortalecer, en tanto cubre un flanco importante en contra de la impunidad.
Ir terminando con la impunidad, es la clave. La corrupción se ha convertido en la palabra más repetida por todos los candidatos. “… la gran mentira… es que no existe una solución mágica o expedita… ni barriendo las escaleras de arriba para abajo… Nadie puede prometer que en su gobierno no habrá corrupción… la mentira también es corrupción. Lo que si puede prometer es no tolerarla… castigar a los corruptos… Lo demás es una gran mentira (El Informador. El Financiero. Diego Petersen Farah. 15.06.18)
Para lograr todo lo anterior, es necesaria la Educación. “Hay muy poca información sobre la educación… Lo que hay que hacer es defender la educación. Lo que no podemos hacer es volver al pasado… volver el poder educativo al Sindicato y admitir que la corrupción se vuelva a instalar en las escuelas… Es fundamental que eso no suceda…”, dice Gilberto Guevara Niebla, uno de los líderes universitarios presos del movimiento estudiantil de 1968 y exiliado (OEM. 19.06.18)
Porque “Un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos” (José Mujica. Exguerrillero tupamaro y Expresidente de Uruguay)
Guevara Niebla tiene claro lo que se tiene que hacer: “Tampoco hemos construido liderazgos democráticos. Faltan partidos democráticos (…) El problema es que México… no ha evolucionado… hacia la construcción de un Estado democrático. Habría que cambiar el Estado, cambiar la estructura de partidos…” (ibid)
Participación ciudadana, Educación e Instituciones Democráticas, antídotos de la impunidad, de la violencia y de la corrupción. Que tú voto para diputados y senadores, sea para partidos distintos de tu voto para los partidos de presidente de la República. ¡Voto dividido! ¡Voto Libre!