¿El gobierno pactó con el narco?

Morelia, Mich., 22 de marzo, 2018.- El tema del crimen organizado, grupos de autodefensas y gobierno no se ha agotado.

Es más, algunos nuevos elementos van apareciendo para aclarar ciertos aspectos.

El  fundador de los grupos de autodefensa en Tepalcatepec, José Manuel Mireles Valverde, declaró que el líder del grupo delictivo Los Viagras, Nicolás Sierra Santana tiene muchas cosas que decir en torno al pacto que hicieron con el gobierno federal.

En los medios han aparecido varios presuntos líderes de esta célula delictiva, pero Mireles lo dejó en claro.

Tras la ceremonia conmemorativa del héroe de la Reforma, Benito Juárez, el doctor Mireles afirmó que los grupos de autodefensa le estorbaban más al gobierno federal que los propios criminales, “es por eso que prefirió pactar con los criminales”.

Dijo que las personas que se defendían limpiamente las metieron a la cárcel, o “nos han estado asesinando a uno por uno, además aún están en prisión 259 autodefensas”.

Mireles responsabilizó al Supremo Tribunal de Justicia de la Federación (STJF) por haber permitido que Alfredo Castillo armara a los criminales.

“Les dio 8 mil armas y todavía las traen, y no los pueden detener porque son sus amigos”, afirmó.

En una cuantas frases dejó en claro esa relación perversa donde células delictivas se sumaron a grupos de autodefensa, por acuerdo de algunos funcionarios federales como lo fue Alfredo Castillo, quien los armó y los hizo policías.

José Manuel Mireles fue encarcelado porque no respetó el pacto no escrito y se negó a entregar las armas en mayo de 2014.

Un mes después fue encarcelado y enviado a un penal de alta seguridad de Hermosillo, Sonora, para finalmente salir libre en mayo de 2017.

Si todo hubiese resultado bien,  a estas alturas no representaría ningún problema.

No obstante, con el solo hecho de que el número de homicidios sigue en aumento, y las células delictivas se reorganizan, vinieron los cuestionamientos.

El propósito de utilizar a grupos delictivos fue con el fin de acabar con los liderazgos de los ya  desaparecidos Caballeros Templarios, pero muchas otras células pretenden heredar las plazas.