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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de marzo de 2020.- El endeudamiento bruto externo de México asciende a 456 mil 251 millones de dólares, lo que representa 40 por ciento del producto interno bruto (PIB), y aumenta en relación directa con cada devaluación, afirmó Claudia Maya, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
A ello se aúna que 20 centavos de cada peso que exportamos provienen del petróleo, y con la caída de los precios del hidrocarburo se pierden ingresos, dijo.
La constante desregulación financiera y comercial, así como las políticas económicas actuales, generan mayor inestabilidad; además, la reducción del gasto público produce mayor endeudamiento en las familias y los propios gobiernos, y la incertidumbre en los mercados se acentúa si el endeudamiento es en moneda extranjera, para empresas y gobierno.
En la mesa Financiarización y desigualdad: la región de Norteamérica en la dinámica poscrisis, la universitaria indicó que cuando se presentan riesgos en la bolsa de valores, los capitales emigran a otros países con mayor estabilidad, deshaciéndose de los valores mexicanos, y eso ha causado la reciente devaluación de nuestro peso.
La financiarización es un patrón de acumulación donde el sector financiero domina sobre el sector productivo, estableciendo nuevos patrones y estrategias de negocios, que se generan en los mercados financieros con efectos devastadores para la producción, el empleo y el crecimiento económico, explicó.
Lo ocurrido durante la semana pasada no es casualidad: la tendencia a la baja en los mercados globales, una de las peores jornadas desde el crac de 1987 para la economía mundial, es resultado de la acumulación de eventos, actividades especulativas y estrategias de grandes conglomerados financieros, y de políticas económicas procíclicas de contracción económica de los últimos 35 años.
Claudia Maya recordó que la crisis de 2007-2008 fue forjada en Wall Street, Estados Unidos, debido al comportamiento de los grandes conglomerados financieros, “pero la tendencia de financiarización, que implica el dominio del capital financiero sobre el capital productivo, no es exclusivo de la Unión Americana, ya ha permeado a todo el mundo”.
La situación de inestabilidad financiera representa un riesgo, pues al caer los mercados financieros globales, afecta toda la cadena económica y de financiamiento, por la gran interconexión de las actividades financieras y especulativas de esos conglomerados, advirtió.